miércoles, 15 de marzo de 2017

La verdad de los años 607-537 a.C. y 1914 (CAPITULO XV)


 

XV

 

    Con referencia al rey Nabucodonosor, que destruyó Jerusalén en el año 18/19 de su reinado, en 2 Crónicas 36:20-21 se lee, según la TNM: ‘A los que quedaron de la espada se los llevó cautivos a Babilonia y llegaron a ser siervos para él y sus hijos hasta que la realeza de Persia empezó a reinar, para cumplir la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo pagado sus sábados. Todos los días de yacer desolada guardó sábado, para cumplir setenta años’.

    Los testigos de Jehová aquí entienden, porque así se lo enseñan, que los judaítas que Nabucodonosor se llevó a Babilonia cuando destruyó Jerusalén estuvieron 70 años en el cautiverio. La TNM de los Testigos traduce el texto de 2 Crónicas precitado según la doctrina que predica al respecto y da a entender que la tierra estuvo desolada y guardó sábado durante 70 años. Sin embargo, los manuscritos hebreos no dicen eso.

    Otras versiones bíblicas más acordes con los manuscritos hebreos vierten el texto de la siguiente manera (por ejemplo, la Reina Valera 1960): ‘Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia y fueron siervos de él y de sus hijos hasta que vino el reino de los persas, para que se cumpliera la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó hasta que los setenta años fueron cumplidos’. Gran parte de las traducciones y versiones bíblicas dicen lo mismo y terminan el texto diciendo: ‘Hasta que se cumplieron los setenta años’.

    Dado que aquí se menciona a Jeremías, el texto por lógica ha de entenderse como sigue: ‘Hasta que se cumplieron los setenta años… de los que habla Jeremías’. Y Jeremías habla, no de setenta años de destierro de los judaítas, sino de setenta años de duración del imperio babilonio tras haberse anexionado Babilonia la última ciudad de Asiria, Harrán, en el 609 a.e.c.

    El texto dice que los cautivos lo fueron ‘hasta que vino el reino de los persas’. O, como lo vierte la TNM, ‘hasta que la realeza de Persia empezó a reinar’. Y la realeza de Persia empezó a reinar en Babilonia en Octubre del 539 a.e.c., que fue cuando Ciro conquistó la gran ciudad del Eufrates. Por tanto los 70 se años se cumplían justamente cuando Persia comenzó a reinar en Babilonia, o sea, en el 539 a.e.c. No dice el texto que los judaítas estuvieron 70 años en el destierro. No dice el texto cuánto tiempo estuvo la tierra desolada o en reposo. La tierra estuvo en reposo dentro de los 70 años de duración del imperio babilonio, pero no se dice cuánto tiempo estuvo la tierra en reposo o en desolación dentro de ese lapso de 70 años.

    El Cuerpo Gobernante aduce que los setenta años se cumplieron en el 537 a.e.c., que a su entender fue el año de la liberación del cautiverio. Pero el texto de Crónicas especifica que los cautivos lo fueron ‘hasta que la realeza de Persia empezó a reinar’, lo cual sucedió en el 539 y no en el 537 a.e.c. Esto continúa siendo un mal entendido que el adventista Barbour le transmitió a Russell, sin que éste investigara, aunque Barbour hablaba de la fecha del 536 a.e.c. como año de la liberación. El Cuerpo Gobernante, aún a sabiendas de que lo que enseña no es cierto, sigue aferrado a la idea de que los judaítas estuvieron 70 años en el destierro tras el arrasamiento de Jerusalén y, con tal doctrina en mente, interpreta el mencionado texto de 2 Crónicas 36:20-21.

    El Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová adapta la Biblia a su propia doctrina preconcebida, cuando debería ser al revés. Por eso cuando cambia de doctrina se impone realizar una nueva versión de la Biblia, que es lo que ha sucedido con la biblia de tapas plateadas recientemente aparecida. Si la anterior era, según su criterio, la mejor traducción bíblica del mercado, ¿por qué esta nueva versión?     

    Otro texto que el Cuerpo Gobernante cita como hipotética prueba de que los judaítas estuvieron 70 años desterrados en Babilonia tras la destrucción de Jerusalén es el que aparece en Daniel 9:1-2, donde se lee: ‘En el primer año de Darío… yo mismo, Daniel, discerní por los libros el número de los años acerca de los cuales la palabra de Jehová había ocurrido a Jeremías el profeta, para cumplir las devastaciones de Jerusalén, a saber, setenta años’.

    Daniel cita a Jeremías y Jeremías habla de 70 años de duración del imperio babilonio, no de 70 años de cautiverio de los judaítas. Daniel, por tanto, está de acuerdo con Jeremías en que los 70 años se refieren a Babilonia y no a los desterrados. El profeta Daniel habla también de las ‘devastaciones de Jerusalén’, en plural. No dice que transcurrieron setenta años desde la ‘devastación’ de Jerusalén del año en que Nabucodonosor la arrasó. Las devastaciones de Jerusalén fueron varias y Daniel especifica que ya estaban cumplidas, es decir, terminadas, debido a que Babilonia había caído y se le acabaron los 70 años de reinado. Esas devastaciones se dieron en el lapso de los 70 años de Babilonia, que es a lo que Daniel se refiere.

    De nuevo los dirigentes de los testigos de Jehová adaptan la Biblia a su doctrina en el texto de Daniel 9:1-2. Las demás versiones bíblicas traducen (por ejemplo, la Biblia de las Américas): ‘Yo, Daniel, pude entender en los libros el número de los años en que, por palabra del Señor que fue revelada al profeta Jeremías, debían cumplirse las desolaciones de Jerusalén: setenta años’. Aquí no aparece la expresión ‘a saber’, que inserta el equipo redactor de la TNM. El texto dice simplemente que las desolaciones de Jerusalén, en plural, debían cumplirse o terminarse en un periodo de 70 años, es decir, dentro de los 70 años de los que habla Jeremías, 70 años referidos a la duración del imperio babilonio, no 70 años de duración del destierro de los judaítas después de que Nabucodonosor arrasara Jerusalén, ya que no transcurrieron 70 años desde la destrucción de la capital judaíta hasta la caída de Babilonia.

    La Historia, La Arqueología y la Astronomía demuestran sin género de duda -y en esto están de acuerdo cada vez más ancianos y superintendentes de los testigos de Jehová, aunque lo silencian ante la grey- que Nabucodonosor había ascendido al trono de Babilonia en el año 605 a.e.c. Y como arremetió contra Jerusalén en su año 18 de reinado, tal año lleva al 587 a.e.c. como fecha de esa destrucción. El historiador Josefo en su obra ‘Contra Apión’, que fue la última que escribió, aclara que los cimientos del nuevo templo se pusieron ‘50 años después de haber sido destruido el templo anterior’, cuando ya los judaítas hacía un año que habían salido del destierro.   

    Así que, ni en 2 Crónicas 36:20-21 ni en Daniel 9:1-2 dice la Biblia que los judaítas permanecieron 70 años desterrados en Babilonia. Lo que ambos textos dicen en realidad es que las desolaciones y penurias de los judaítas acontecieron dentro del periodo de 70 años de Babilonia como imperio mundial.   

 

 

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